viernes, 20 de mayo de 2011

Él. Ella. Ellos.

El silencio solo roto por sus risas y miradas es testigo del deseo que comparten...
Un momento, un segundo es suficiente y de nuevo suenan las palabras que no hablan. ¿que no hablan? ¿Por qué? ¿Acaso no hablan todas las palabras?
Deberían hacerlo pero las suyas no.
Sus gestos son portavoces del sentimiento que solo ellos pueden expresar por completo. El miedo corroe sus ansias por sentir y así logran probar en sus resignadas almas el amargo dolor de la derrota. ¿No es ese el nombre otorgado al fracaso que viven? Deben estar juntos y sin embargo no es así. La pasión encerrada no es pasión, tan solo muere el corazón.
Por eso ella es gilipollas.

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